Pequeña bodega , que comienza sus andadas en el año 2007 con la compra de la finca denominada “El olivar de Forlón”, recuperando la antigua plantación de viñedo, que se había perdido a lo largo de los años, al igual que la G final del nombre de su antiguo propietario (Peter Furlong) , para dar así finalmente vida a Forlong. Trabajan la totalidad del viñedo en agricultura ecológica con una extensión de 12 hectáreas en dos parcelas; Pago de Balbaina Baja (uva Palomino- uva Pedro Ximenez y uva Moscatel) y Pago de Grañina (uva Palomino) ambas localizadas en el término de El Puerto de Santa María.
Hacen vinos con amor, siempre con los pies manchados de albariza y con un corazón que bombea el fruto su trabajo, que se traduce en unas 36.000 botellas aproximadas de diferentes tipos de vinos blancos secos de añada.
Pequeña bodega , que comienza sus andadas en el año 2007 con la compra de la finca denominada “El olivar de Forlón”, recuperando la antigua plantación de viñedo, que se había perdido a lo largo de los años, al igual que la G final del nombre de su antiguo propietario (Peter Furlong) , para dar así finalmente vida a Forlong. Trabajan la totalidad del viñedo en agricultura ecológica con una extensión de 12 hectáreas en dos parcelas; Pago de Balbaina Baja (uva Palomino- uva Pedro Ximenez y uva Moscatel) y Pago de Grañina (uva Palomino) ambas localizadas en el término de El Puerto de Santa María.
Hacen vinos con amor, siempre con los pies manchados de albariza y con un corazón que bombea el fruto su trabajo, que se traduce en unas 36.000 botellas aproximadas de diferentes tipos de vinos blancos secos de añada.