Pequeña bodega que sigue el modelo vigneron de David Leclapart (Champagne, Francia) con el trabajo artesanal y cuidado de una persona: Alejandro Muchada, presente en todo el proceso. Juntos cultivan en biodinámica y agricultura ecológica tres hectáreas de viñedos, en su mayoría viñas de selección masal y de más de 50 años sobre los grandes suelos de albariza de Sanlúcar. Tienen dos parcelas de uva palomino ubicadas en el Pago Miraflores (Sanlúcar de Bda): La Platera (1.7h) y Miraflores Alta (0.7h) y una parcela de uva moscatel en el Pago Abulagar (Chipiona): Camino del Puerto (0.7h).
Sólo vinifican sus propias uvas, realizando entre 10.000 y 15.000 botellas anuales de vino blanco seco de añada, con vinificaciones de muy baja intervención: fermentación espontanea, sin ningún tipo de rectificación, con mínimas dosis de sulfuroso y sin filtraciones. Puro palomino y pura albariza sin maquillajes, que muestra el alma de la región.
Pequeña bodega que sigue el modelo vigneron de David Leclapart (Champagne, Francia) con el trabajo artesanal y cuidado de una persona: Alejandro Muchada, presente en todo el proceso. Juntos cultivan en biodinámica y agricultura ecológica tres hectáreas de viñedos, en su mayoría viñas de selección masal y de más de 50 años sobre los grandes suelos de albariza de Sanlúcar. Tienen dos parcelas de uva palomino ubicadas en el Pago Miraflores (Sanlúcar de Bda): La Platera (1.7h) y Miraflores Alta (0.7h) y una parcela de uva moscatel en el Pago Abulagar (Chipiona): Camino del Puerto (0.7h).
Sólo vinifican sus propias uvas, realizando entre 10.000 y 15.000 botellas anuales de vino blanco seco de añada, con vinificaciones de muy baja intervención: fermentación espontanea, sin ningún tipo de rectificación, con mínimas dosis de sulfuroso y sin filtraciones. Puro palomino y pura albariza sin maquillajes, que muestra el alma de la región.